
La Copa Los Andes, el torneo más prestigioso del golf amateur sudamericano, vuelve a encender la pasión de los amantes de este deporte. Este año, el emblemático Pilar Golf será el escenario donde se escribirá un nuevo capítulo de esta apasionante historia. Y Chile, con un equipo joven y ambicioso, llega decidido a dejar su huella en suelo argentino.
Nuestra delegación nacional presenta una mezcla de experiencia y juventud que promete grandes cosas. En la rama masculina, Vicente Encina, Clemente Silva, Cristóbal Sepúlveda, Simón y Lukas Roessler formarán un equipo sólido y competitivo. Por su parte, en la rama femenina, Antonia Matte, Michelle Melandri, Carolina Alcaíno, Agustina Gómez Cisterna y Florencia Dufey buscarán seguir los pasos de las grandes golfistas chilenas.
Los primeros desafíos no se harán esperar. Los varones se enfrentarán a Argentina y Paraguay en la primera jornada, mientras que las damas jugarán contra Argentina y Uruguay. Estos encuentros serán una verdadera prueba de fuego que pondrá a prueba la preparación y el talento de nuestros representantes.
Felipe Aguilar, coach de la delegación nacional, se mostró optimista en la previa del torneo. “Los equipos se ven muy sólidos. Han trabajado duro y están listos para competir al más alto nivel. Los capitanes han definido las estrategias y los jugadores están alineados con el objetivo de conseguir buenos resultados”, aseguró el experimentado jugador nacional.
Aguilar destacó el buen ánimo del equipo y su preparación técnica. “Los chicos están con muchas ganas y eso es fundamental. Sabemos que los rivales serán duros, pero confiamos en nuestras capacidades”, afirmó.
El Pilar Golf, con sus desafiantes hoyos y sus cuidados campos, será el escenario perfecto para esta gran competencia. Los jugadores deberán demostrar su habilidad técnica y mental para superar los obstáculos y alcanzar la victoria.
La Copa Los Andes es una oportunidad única para que nuestros jóvenes talentos demuestren su potencial y pongan el nombre de Chile en lo más alto del golf sudamericano. Con un equipo unido y motivado, las expectativas son altas.