
Hace 600 años que existen referencias del golf, pero no hay que pensar que en aquellos tiempos había largas canchas verdes e implementación abundante. El nuevo deporte carecía de un orden, se disputaba en campos cortos sin ninguna mantención, con greens que eran espacios que, por lo general, ovejas y vacas aplanaban mientras comían, dándole la oportunidad a los jugadores de un suelo más plano donde poner los hoyos.
En ese inicio, más bien era un deporte de apuestas y no se tiene muy claro cómo se jugaba, pero sí que al venir de un incentivo individual, las normas variaban una y otra vez, dependiendo de quienes participaban del encuentro.
Tuvieron que pasar 300 años, en donde incluso estuvo prohibido, para que aparecieran campos más largos con algún tipo de preparación y mantención y así dar pie al surgimiento de organizaciones o clubes donde se reunían los jugadores.
Una de estas organizaciones era la de “Los Caballeros Golfistas de Edimburgo”, que nació en 1744 con el propósito de realizar una competencia. Por esto solicitaron un premio a la municipalidad y luego de varias conversaciones se otorgó un “Palo de Golf de Plata” con la condición de que fuera una competencia abierta.
De esta forma Los Caballeros Golfistas se abocaron completamente a preparar el primer torneo de golf de la historia ese mismo año y para evitar problemas de interpretaciones de cómo jugar redactaron 13 reglas, que después fueron adoptadas por el resto de los clubes.
Las 13 Reglas originales son:
1.- Debe salir con su bola a la distancia de un palo del hoyo.
Antiguamente no existían los tee de salida, simplemente se partía al lado del último green, de ahí que para protegerlos se debían distanciar. Actualmente existen los tee de salida que están bien alejados de los greens, por lo que está regla carece sentido.
Esto da un indicio de lo que eran las canchas en esa época y los inumerables obstáculos que se debía sortear. Actualmente se incluye en la Regla 16 Condiciones Anormales del Campo, donde se detalla en que situaciones un impedimento otorga alivio sin penalidad.
Como se puede apreciar, a pesar de lo precario y que estaban muy lejos de lo que hoy es el golf, salvo en dos casos, forman parte importante de lo que es este deporte. Los Caballeros Golfistas de Edimburgo fueron capaces de resumir la esencia del Golf en 13 simples normas, escritas en dos hojas y así dar, por primera vez, un orden al naciente deporte que poco a poco comenzó a organizarse y que siglos más tarde se transformaron en 24 reglas, llenas de artículos e interpretaciones que abarcan más de un centenar de páginas, pero que aún reflejan ese espíritu inicial de honorabilidad y respeto que hacen del golf un deporte de caballeros.