Historias de golf
Nos dejó el gran “Tío Torres”, un mago en la época dorada del golf chileno
A los 64 años falleció el querido “Tío” Luis Alfredo Torres Delgado, dejando una exitosa trayectoria como golfista, un gran legado como profesor y un inolvidable ejemplo de esfuerzo y humildad.

Los grandes deportistas siempre dejan un recuerdo indeleble en quienes tienen la fortuna de verlos exhibir su talento y calidad. Es el caso del gran “Tío” Torres, quien tenía una impresionante habilidad con las manos para sacar golpes increíbles y que dejó de existir hoy a los 64 años. Su imagen vivirá siempre en la memoria de quienes tuvieron la fortuna de presenciar sus espectaculares tiros en las canchas o que recibieron sus enseñanzas como profesor.

INICIOS COMO PEQUEÑO CADDIE

El golf es considerado en Chile un deporte de elite, pero hay casos en que grandes personajes dan la vuelta al destino y logran elevarse más allá de lo pensado. Es el caso de Luis Alfredo Torres Delgado, quien apenas tenía 9 años cuando acompañaba a su tío Reinaldo González a trabajar al Sport Francés, donde comenzó a llevarle los palos a los jugadores en un carrito.

Fue precisamente su familiar quien le heredó el famoso apodo, ya que como era tan pequeño, recorría todo el club llamándolo “¡Tío!, ¿Tío!” y quienes lo veían diariamente se acostumbraron a identificarlo con ese grito que lanzaba diariamente.

“Hay ventaja cuando uno parte como caddie, porque se puede pasar todo el día entrenando y observando como juegan los demás. Así se copia lo bueno y se desecha lo malo que se ve”, explicó en una entrevista durante su momento más brillante el “Tío” Torres.

Además, confesó que aprendió a jugar viendo a un grande en algunas de sus visitas al país: Roberto de Vicenzo. “Me gustaba como jugaba. Lo veía a menudo y así aprendí”, comentó en esa época.

   

SUS GRANDES TRIUNFOS

Ya cuando cumplió los 18 dio el paso al golf profesional, que le daría sus mejores recuerdos.

Campeón del Abierto de Chile en 1986 y contemporáneo de grandes jugadores nacionales e internacionales que daban un gran brillo a los torneos que se desarrollaban en nuestro país, como Francisco “Cachulo” Cerda, Guillermo Encina, Felipe Taverne, Carlos Franco, Eduardo “Gato” Romero y el mismísimo Gary Player, entre otros.

Luis Torres ganó más de una veintena de abiertos nacionales en el Club de Polo (que se adjudicó tres años seguidos), Sport Francés, Country Club, Rocas de Santo Domingo, Granadilla, entre otros siendo el Abierto de Cachagua 2001 el último evento en el que levantó el trofeo de campeón.

También paseó con gran dignidad el nombre de Chile a nivel internacional, tanto en Sudamérica como Estados Unidos, incluso formando dupla con “Cachulo” Cerda en la Copa del Mundo de 1985 disputada en La Quinta Resort, California, donde quedaron en el puesto 23°.

 

SU ETAPA COMO PROFESOR

Ya retirado de las competencias, el “Tío” Torres se había hecho un nombre como mago de los golpes, por lo que no extrañó que comenzará a entregar todo su conocimiento y experiencia a cientos o quizás miles de jugadores.

Oficialmente trabajó en el Sport Francés, La Dehesa, Marbella y finalizó su trayectoria en el Principal de Pirque. Todos quienes tuvieron la oportunidad de compartir con él reconocen su humildad, paciencia y claridad para explicar la compleja parte técnica y mental que requiere aprender a jugar golf.

Con frases como “es más importante el indio que la flecha”, cuando le preguntaban por algún palo nuevo para comprar, o “en un torneo comienzan a sobrar dedos de la mano”, para ejemplificar los nervios que se apoderan de los jugadores al momento de competir, Luis Torres se caracterizaba por su estilo didáctico y entretenido.

A sus mejores alumnos los acostumbraba a entrenar en los lugares más complicados: bajo los árboles, en medio del rough o con tiros ciegos. “Aquí se ganan los campeonatos”, explicaba.

Su gran visión de juego y su capacidad para traspasar sus conocimientos se las heredó a sus hijos, Juan Luis y Carlos Torres, quienes a través de Torres Golf Academy en el Club de Golf Las Araucarias y El Principal de Pirque, continúan su legado con orgullo y reconocida calidad.

Publicado el 27 de octubre, 2020